por Esteban Arellano García
"Aquél que construye un mundo sin poder habitarlo representa la máxima
comicidad pero al mismo tiempo un peligro. Kierkegaard repara que el
peligro más grande de la modernidad lo constituye el olvido de la
individualidad. Los andamios que sostienen esa gran construcción moderna
son Descartes y Hegel; la época moderna no puede entenderse sin los
aportes que ambos pensadores abonan a tierra filosófica y al
cristianismo. Esta es la razón por la cual Climacus los tiene en la mira
a lo largo de su tratado. El autor del Postscriptum advierte
que tanto el cristianismo como la filosofía están atrapados en los
espesos arbustos de la modernidad. El primero ha desviado su atención
del interés apasionado del individuo para sostener la certeza de la fe y
constituirse como doctrina objetiva que pretende ser el lazo de
felicidad eterna de la comunidad; mientras la filosofía, por su parte,
ha relegado al individuo al tratar la universalidad y lo majestuoso como
punto nodal".
http://reflexionesmarginales.com/3.0/arden-las-palabras-kierkegaard-y-heidegger-una-critica-a-la-modernidad/
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